7 de septiembre de 2011

Soñate algo

Siempre que duermo, tengo sueños, y cuando digo siempre es siempre, sin excepciones de ningún tipo. No hay una sola noche que no sueñe con algo, no hay una sola siesta en la que no me adentre en alguna aventura, no hay una sola cabeceada en el sillón que no me transporte a algún lado. En cuanto entro en el tunel que nos lleva a todos al maravilloso mundo de los sueños -ese que nos hace babear y pegar patadas ninja al aire- aterrizo en algún lado, como escupida por un tubo, donde me esperan todo tipo de historias, escenarios y personajes.
Ahora, sobre esta característica tan particular, hay dos cosas que quisiera destacar. La primera es que cuando me despierto, me acuerdo con lujo de detalles lo que soñé, la segunda es que el 99% de las cosas que sueño, son pesadillas. Si, ya sé, pobre mina deben estar pensando, yo pienso lo mismo. La paso tan mal cuando duermo, que si no fuera porque la paso tan bien cuando vivo, mi vida sería un suplicio.

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