El libro "Mi verdad" de Hilda Molina cayó en mis manos de casualidad, una mañana de mayo, mientras buscaba en un dispenser de best sellers baratos algo para entretenerme en las 7 horas de avión que me esperaban.
Desde la primera a la última página me atrapó como su hubiera vivido en carne propia cada uno de los logros y sufrimientos de esa mujer.
Hizo que me explotara de amor el corazón, que se me llenara la boca de rabia e indignación, que recapacite sobre el capitalismo, sobre mis caprichos y veleidades y sobre el valor de la familia. Incluso que vuelva a dirigir mi mirada a un Dios hace mucho tiempo olvidado.
Hoy terminé de leer la vida de Hilda sentada en el último asiento del 93, con los ojos bañados en lagrimas y una incontenible emoción, y cuando me bajé del colectivo, el cielo se abrió y salió el sol.
Gracias Hilda.
Como vos querías
Hace 2 días
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