Ayer hacía tanto tanto calor en el tren, que no solo se me derritió el esmalte de algunas uñas, sino que además me caían gotas de la junta de la nalga y la pierna...y cuando digo gotas digo muchas gotas.
Nunca pensé que esa parte de mi cuerpo podía llegar a transpirar.
No culpes a la iuvia
Hace 2 horas
1 pensamientos:
Que rico! jaja.
Publicar un comentario