3 de marzo de 2011

Agujeros

Hay una epoca del año, justo ésta, en la que el acolchado me da calor, pero la manta sola me da frio... y me pasa algo raro con los pies, que buscan los rincones helados de la cama porque por momentos se incineran. Se me prenden fuego los pies, fuego. Al punto tal que me despierto y los saco por el costado, sintiendo un verdadero alivio.

A veces el incendio me desvela por completo y me quedo acostada pensando pelotudeces, por ejemplo que me voy a mandar a hacer una frazada con dos agujeros a la altura de los pies, para poder sacarlos por ahí. Y quien sabe...quizás hasta me resulte útil para coger en invierno sin cagarme de frío.
Si el novio de mi mamá tiene un almohadón con un agujero en el medio para sentarse y que no le apriete la próstata, yo puedo tener mi acolchado con dos agujeros. Y puedo tener también el aparatito de Men In Black para apretar un botón y olvidar cosas como el almohadón-próstata del novio de mi mamá.

2 pensamientos:

Ale dijo...

No la quiero hacer sentir mal, pero con eso del almohadón próstata-friendly me cagó un poco la vida. Nada, eso.

ESTAS PENSANDO LO MISMO QUE YO? dijo...

A mi también me la cagó, y me la caga cada vez que por equivocación me siento en ese almohadón, porque el irresponsable lo deja tirado por la casa como si fuera un diario viejo. Creo que es casi tan asqueroso como dejar tirada una dentadura.