“Preferiría ser expuesto a los problemas de tener demasiada libertad que a aquellos relativos a tenerla en un grado demasiado bajo.”
—Thomas Jefferson.
En el 2009 ya no respiramos solo aire. Vivimos en la era del Uifi, aunque prefiero llamarla de una manera que mi mamá la entienda: La Era del Aire.
Todo lo que decimos por SMS, canchereamos por Handy, escribimos en Blogger, calentamos en un General Electric, escuchamos en GrooveShark (la altamente recomiendo), leemos en cualquier diario on line, jugamos en red con la PS, vemos en YouTube o DirecTV, consultamos en Google o Wikipedia y bajamos de Taringa o Rapidshare viaja por el aire, a tal punto que si las ondas fueran visibles, no veríamos nada que esté a más de 15cm frente a nosotros.
Uy, ahí pasó el video de casamiento de Adelfa con el puto de 24 años que heredó toda su fortuna y ahora se la gasta en vaselina y botox para que le quede la boca más grande que el culo.
Es un hecho, ya no respiramos solo aire. Respiramos mp3, mails, videos pornos, blogs, fotos de Punta 2009, mensajes de texto y ondas de microondas específicas para pasta, pollo o pescado. Satélites que contienen información acerca de vida en otros planetas, canales de cable que nunca vimos porque nunca llegamos hasta ahí, señales de frecuencia modulada (FM) o amplitud modulada (AM) para los menos modernos. Películas que se cortan a los 72 min., secretos para ver enteras esas películas que se cortan a los 72 min., partidos de futbol, tenis, golf, badmington, poker y cualquier deporte nuevo que cuanto más freak parezca, mejor.
Si huele raro y no sabes qué es, atenti, podés estar respirando el video que está subiendo a You Tube un boludo que fue al zoológico de Luján el fin de semana y le quiere mostrar a medio planeta como anduvo arriba de un pobre elefante.
Y todos los mensajes de texto que nunca llegan? Que pensás que les pasa? Te los res pi ras. Y quizás hasta fuiste el culpable de que esa cita nunca se concrete, esa dirección nunca llegue, o que ese plomero nunca responda si puede o no el lunes (porque ahora está de moda mensajearse con el plomero/pintor/gasista/terapeuta/jardinero).
Somos fumadores pasivos de todo lo que todos tienen para decirle a todos. Respiramos todo eso que hace uso de nuestro aire como medio de transporte invisible, sin pedir permiso y sin darnos nada a cambio, bajo la excusa de lo mágico del no cable.
Estoy absolutamente convencida que si el aire fuera naranja, por decir uno, el Uifi existiría desde la época de Cleopatra, y no se cómo pero seguro ya habríamos encontrado la manera de convertirlo en un recurso natural no renovable.
Es aire genti, simplemente aire, un negocio intangible que le rompe el orto al del petróleo, y que todos lo ven porque nadie lo ve.
Y porque el aire es libre.
Hablemos de amor
Hace 4 días
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