Ayer vi "Fidel Castro", de Oliver Stone.
En una escena Fidel está trastabillando por La Habana y se detiene frente a un mirador, desde donde se ve el capitolio cubano. Y desde donde no pierde oportunidad para dejarnos saber que "tiene sólo 1 cm de diferencia con el de EEUU", mientras mira a cámara y sus ojos le brillan de ironía.
F.C: "Todo pasa. Y en esta época, hasta los imperios pasan."
Me quedé pensando en la frase. Y en el peso comunista de su simplez, extendible a todos los aspectos de nuestra vida.
Si hasta los imperios pasan, entonces la tristeza, el dolor, las crisis, los amigos, los ex, los viajes, las mascotas, aquellas épocas, las deudas, las separaciones, los juicios, lo cotidiano, las enfermedades, los malos recuerdos, lo que hiciste, lo que no hiciste, las muelas de juicio, esa única oportunidad, los vicios y hasta las palabras, pasan. Y cuando digo pasan, me refiero a que deberíamos saber que es una ley universal de la que no estamos excluídos, pase lo que nos pase.
Tranquilo/a, aunque a Fidel todavía no se le pasó el imperio, se te va a pasar.
Longitud de onda
Hace 1 semana
1 pensamientos:
Ese documental me pareció malísimo. Luego de haberlo visto, alguien me pidió prestado el DVD y ni siquiera me preocupé por pedirlo de vuelta (igual por acá cuestan dos dólares).
Oliver Stone empezó su picada con esa película y remató con la de la caída de las torres gemelas. Por suerte hay otros realizadores de su generación que todavía valen bastante la pena.
Para ver un buen documental sobre Cuba, donde Fidel aparece bastante, trata de cachar por ahí Cuba, el valor de una utopía, de la cineasta ecuatoriana Yanara Guayasamín.
Yo acabo de ver Mundo alas, una gira diferente, dirigido por León Gieco y otro dos gallos más. Está muy bueno, muy bien logrado y con unos personajes excepcionales.Ssi no lo has visto, corre a buscarlo. Esa peli acaba de resultar la favorita del público en el 8vo. Festival de Cine Documental que se realiza cada año aquí. Ojalá hubieras estado para mandarnos tardes maratónicas de cine documental.
Y, sí, hasta los imperios pasan, como casi todo, como los mismos paradigmas, pero no tarda mucho en llegar a imponerse otro. Otro imperio, otro paradigma, otro ex, otra lucha, otra duda, otra razón, otro dolor, otro amor (hago aquí una cuña a Benedetti, ahora que todos recordamos que estaba vivo)... y así, por ciclos, quien sabe, hasta el infinito.
Buenas noches. Mañana habrá otra.
Z.
Publicar un comentario